martes, 26 de febrero de 2008

Semana Santa

La Semana Santa








Los más grandes misterios de nuestra redención, es decir, la pasión, la muerte y la resurrección de nuestro Señor Jesucristo, fueron celebrados cada año por la Santa Madre Iglesia, desde la época apostólica.

De ahí que aquella especial semana litúrgica fuese llamada, por la importancia de los misterios que ella conmemora: 'Santa', y fue enriquecida con ritos cada vez más espléndidos y piadosos.

Dos partes tiene la Semana Santa: la primera, desde el Domingo de Ramos hasta el Jueves Santo; la segunda, el Triduo Sagrado: Viernes, Sábado y la Vigilia Pascual.

Estas solemnidades son el centro del año litúrgico y la fuente de nuestra vida espiritual, pues no se trata sólo de “recuerdos históricos”, sino de realidades vivas: el “paso” (eso es “pascua”) de Dios en medio de su pueblo, el “paso” de Cristo de la muerte a la vida, para no morir jamás.

De allí que debemos dar importancia a la Semana Santa, pues sus ritos “no sólo tienen una especial dignidad, sino que poseen también una singular fuerza y eficacia sacramental para alimentar la vida cristiana”.

La Semana Santa es el momento litúrgico más intenso de todo el año. Sin embargo, para muchos católicos se ha convertido sólo en una ocasión de descanso y diversión. Vivir la Semana Santa es acompañar a Jesús con nuestra oración, sacrificios y el arrepentimiento de nuestros pecados. Asistir al Sacramento de la Penitencia en estos días para morir al pecado y resucitar con Cristo el día de Pascua.

Lo importante de este tiempo no es el recordar con tristeza lo que Cristo padeció, sino entender por qué murió y resucitó. Es celebrar y revivir su entrega a la muerte por amor a nosotros y el poder de su Resurrección, que es primicia de la nuestra.













  • Domingo de Ramos:
    Celebramos la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén en la que todo el pueblo lo alaba como rey con cantos y palmas. Este día llevamos nuestras palmas a la Iglesia para que las bendigan y participamos en la misa.










  • Jueves Santo:
    Este día recordamos la Última Cena de Jesús con sus apóstoles en la que les lavó los pies dándonos un ejemplo de servicialidad. En la Última Cena, Jesús se quedó con nosotros en el pan y en el vino, nos dejó su Cuerpo y su Sangre. Es el jueves santo cuando instituyó la Eucaristía y el Sacerdocio. Al terminar la última cena, Jesús se fue a orar al Huerto de los Olivos. Ahí pasó la noche y fue donde lo apresaron.







  • Viernes Santo:
    Ese día recordamos la Pasión de Nuestro Señor: Su prisión, los interrogatorios de Herodes y Pilatos; la flagelación, la coronación de espinas y la crucifixión. Lo conmemoramos con un Vía Crucis solemne y con la Liturgia de la Adoración de la Cruz.








  • Sábado Santo o Sábado de Gloria:
    Se recuerda el día que pasó entre la muerte y la Resurrección de Jesús. Es un día de luto y tristeza pues no tenemos a Jesús entre nosotros. Las imágenes se cubren y los sagrarios están abiertos. Por la noche se lleva a cabo una vigilia pascual para celebrar la Resurrección de Jesús. Vigilia quiere decir "la tarde y noche anteriores a una fiesta".






  • Domingo de Resurrección o Domingo de Pascua:
    Es el día más importante y más alegre para todos nosotros, los católicos, ya que Jesús venció a la muerte y nos dio la vida. Esto quiere decir que Cristo nos da la oportunidad de salvarnos, de entrar al Cielo y vivir siempre felices en compañía de Dios. Pascua es el paso de la muerte a la vida.







  • ¿Por qué la Semana Santa cambia de fecha cada año?
    El pueblo judío celebraba la fiesta de pascua en recuerdo de la liberación de la esclavitud de Egipto, el día de la primera luna llena de primavera (otoño en otras partes), es decir, entre fines de Marzo y principio de Abril de nuestro calendario. Esta fecha la fijaban en base al año lunar y no al año solar de nuestro calendario moderno. Es por esta razón que cada año la Semana Santa cambia de día, pues se le hace coincidir con la luna llena. En la fiesta de la Pascua, los judíos se reunían a comer cordero asado y ensaladas de hierbas amargas, recitar bendiciones y cantar salmos. Brindaban por la liberación de la esclavitud. Jesús es el nuevo cordero pascual que nos trae la nueva liberación, del pecado y de la muerte.




Para vivir el perdón



Ante las dudas sobre ti
respondiste con el perdón.
Ante la persecución
y las muchas murmuraciones
respondiste con el perdón.
Ante Ia insidia y la impía ofensa,
respondiste con el perdón.
Ante Ia infamia de Ia conspiración contra el Justo,
respondiste con el perdón.
Ante Ia traición y el dolor que conlleva,
respondiste con el perdón.
Madre de Ia Misericordia,
tu corazón bondadoso rebosa de clemencia,
por ello te imploro que me obtengas el perdón
por los muchos males que he hecho,
y también, ioh Madre!
enséñame a perdonar
como que ante tantos males que te hicieron,
hasta arrebatar de lado a tu divino Hijo,
siempre respondiste con el más
magnánimo perdón.
Amén.

sábado, 2 de febrero de 2008

Cuaresma de Fraternidad 2008




¿Qué es la Cuaresma?


La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.

La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y termina el Domingo de Ramos, día que se inicia la Semana Santa. A lo largo de este tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por recuperar el ritmo y estilo de verdaderos creyentes que debemos vivir como hijos de Dios.

El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual.
La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número cuarenta en la Biblia. En ésta, se habla de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, de los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.


En la Biblia, el número cuatro simboliza el universo material, seguido de ceros significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, seguido de pruebas y dificultades.

La práctica de la Cuaresma data desde el siglo IV, cuando se da la tendencia a constituirla en tiempo de penitencia y de renovación para toda la Iglesia, con la práctica del ayuno y de la abstinencia. Conservada con bastante vigor, al menos en un principio, en las iglesias de oriente, la práctica penitencial de la Cuaresma ha sido cada vez más aligerada en occidente, pero debe observarse un espíritu penitencial y de conversión.



Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI para la Cuaresma 2008
"la Cuaresma nos invita a “entrenarnos” espiritualmente, también mediante la práctica de la limosna, para crecer en la caridad y reconocer en los pobres a Cristo mismo. Los Hechos de los Apóstoles cuentan que el Apóstol San Pedro dijo al hombre tullido que le pidió una limosna en la entrada del templo: “No tengo plata ni oro; pero lo que tengo, te lo doy: en nombre de Jesucristo, el Nazareno, echa a andar” (Hch 3,6). Con la limosna regalamos algo material, signo del don más grande que podemos ofrecer a los demás con el anuncio y el testimonio de Cristo, en cuyo nombre está la vida verdadera."
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¡¡¡Avisos!!!!
Acólitos y postulantes... nos reuniremos el dia Domingo 03 de febrero a las 16:00 Hrs para organizar la celebracion del día miercoles de cenizas que cae ya este proximo miercoles...
no faltes!!! es importante tu asistencia.
Tambien te informamos que el blog ahora si se va a estar actualizando continuamente asi que porfavor te imploramos revises mas seguido este, tu Blog......